Este año os aconsejo no pasar por mi casa. El año pasado mi abuela se enfadó con vosotros por llenar hasta arriba de mierda de camello las alfombras y el parquet.
¡Limpiarse antes de entrar a las casas de la gente o traer mochos!
No vengáis a casa porque la vieja tiene preparada las sierras eléctricas y las guillotinas. No bromeo, os fumásteis la planta de marihuana que la vieja llevaba cultivando los últimos seis años y que nos da unas perillas para el resto del año.
Además nos robásteis el árbol y la mirra la dejásteis en el water. Por muy rey mago que seas no puedes andar entrando en la casa de la gente dejando olor a mierda y sudores. Vale que tenéis que viajar mucho pero una ducha te la puedes dar en cualquier Ibis a 50€. Y si eres Melchor, Gaspar o Baltasar seguro que os ponen la alfombra roja para la taza.
Y yo sé que andáis con una tarjeta de crédito Black y no pagáis peajes por el morro de ser rey.
Lo que pasa es que sois un poco perros y en vez de incienso, oro y mirra, este año venís con leche cacao, avellanas y sacarina.
No vengais por casa, la abuela tiene un trabuco nuevo que os puede hacer agujeros en las pelucas o el culo.
Para la mierda de regalos que me dejásteis el año pasado. ¿Te has quedado a gusto desgraciado? Soy mayor pero yo siempre he querido mi cabeza nuclear y nada de nada. ¿Para qué quiero yo una tablet de madera?
Por lo demás, este año he sido bueno durante el sueño. He matado menos moscas y cocodrilos que otros años.
La abuela mantiene la unidad familiar. Se ha apuntado a un curso de taxidermista por error. Quería llevar un taxi y mejorar la economía familiar pero se confundió de taxímetro. Al menos tenemos a Santa Klaus disecado en casa.
Si no me traéis una cabeza nuclear para acabar con las huertas en el mundo, os espero con la escopeta cargada.
Para Gaspar, Melchor y Baltasar… ¿Os voy a dar caramelazos?