Vale la pena que la vida sea sólo un instante si puedo perderme en tus ojos. Y no me importa morir si sigo atrapado en tus besos para siempre.
Nos conocimos en plaza Urquinaona una tarde de verano. Te esperé. Ya lo hice otras veces. Ahora sé que te hubiera esperado toda la vida. ¿Cómo estás? Perdón por el retraso. No importa. ¿A dónde vamos?
Me quedé sin palabras al verte. Tu sonrisa rompió mi silencio. ¿Te gusta el té?
Ahora miramos nuestro horizonte y cada amanecer es una nueva oportunidad para nosotros. Feliz cumpleaños mi vida.
¿Te imaginas despertar en otra isla?